Se sitúa en la meseta de Madarao, a 1,000m de altitud, entre los límites de las prefecturas de Nagano y Niigata, con una vertiente hacía la zona de Myoko y el lago Nojiri, y con otra hacia el valle donde se encuentran las estaciones de esquí de Nozawa Onsen, Kijimadaira y Shigakogen. Una posición privilegiada justo en el centro de una de las zonas que registra mayores nevadas de todo Japón.
Cuando la estación de esquí abrió en 1972, superaba en altitud a otras estaciones de esquí situadas a cotas más bajas como Hokuryu Onsen Family Resort, Iiyama International Ski Resort, Togari Orion, Myoko Panorama, etc. Siendo una estación en altura, con el pico de la montaña de Madarao a 1382 metros, en sus comienzos se consideraba una estación de difícil acceso, con sus accesos frecuentemente bloqueados por las nevadas. Sin embargo, a medida que la cota de nieve fue subiendo en altura y los accesos mejorando, muchas de las estaciones a baja altitud cerraron y Madarao se convirtió en el referente de la zona. La época de esplendor de la estación fue a finales de los 80, cuando la burbuja económica daba sus últimos coletazos. En 1988 se celebró en Madarao y por vez primera en Japón, la Copa del Mundo de Freestyle, y en 1989 se abrió el dominio de esquí de Tangram Ski Circus, ampliando el area de esquí de la zona. Fue en este año cuando se registró el mayor número de turistas en la zona y de establecimientos abiertos. A partir de entonces el número de turistas gradualmente fue cayendo, asi como el número de hoteles y restaurantes que cerraron sus puertas. Ni la apertura de la cercana nueva estación de esquí de Madarao Kogen Toyota en 2002, ni la llegada del shinkansen a la estación de Iiyama en 2015 que redujo el viaje hasta Tokyo en 1 hora y 50 minutos, ni el reciente aumento de turistas extranjeros, han conseguido devolver a la estación a los niveles de ocupación de la época de la burbuja.
Lo que era uno de los secretos mejor guardados por los amantes de la nieve polvo en Japón -una estación que por su orientación y situación geográfica acumulaba grandes nevadas de una nieve seca (¨madapow¨) comparable a otros destinos famosos del powder como Niseko o Sahoro, es hoy en día el reclamo para que cada año más amantes del freeride y del fuera pista se acerquen a conocer una estación, en la que todavía se puede disfrutar sin la saturación que hay en otros destinos más populares como Niseko, Rusustsu, Furano o Cortina Hakuba.
Terreno
Las dos estaciones de Madarao Mountain Resort y Tangram Ski Circus forman en realidad un sólo dominio de esquí con forfait compartido de 125ha, con un total de 15 remotes y 40 pistas de todos los niveles, pero con una marcada apuesta por los fuera pista, con un 60% de pistas sin pisar, y extensas zonas para esquiar entre los árboles como en ninguna otra estación de Japón. Sin apenas competición por los remontes y ciclos de nevadas intensas de varios días, hay muchísimas posibilidades de disfrutar del famoso Japow en Madarao-Tangram.
Más del 80% de las pistas de Madarao son intermedias o avanzadas, las zonas altas de la montaña tienen pistas con nombres como Crystal Bowl, Powder Line o Powder Theater, en las que el propio nombre anticipa lo que uno va a poder encontrar.
Madarao también cuenta con uno de los famosos remontes de una persona o “pizza box”, una de las “rarezas” de esquiar en Japón y que da acceso a las zonas altas por las que se puede salir de los límites de la estación y descubrir el verdadero secreto de Madarao, una zona de backcountry tres veces más grande que el dominio de la estación y que ofrece varios itinerarios muy exclusivos, desde el acceso a una estación de esquí abandonada, a bajadas entre árboles en las que se puede terminar directamente en un baño de agua termales público y que incluye un restaurante con lo mejor de la comida rural de la zona.
Tangram Ski Circus está operada por el hotel Tokyu a pie de pista, y aunque no es muy grande en extensión y solo tiene 5 remontes, su orientación norte, un gran bowl central y bajadas freeride entre árboles con más desnivel que en Madarao, la convierten en visita obligada. Tiene además acceso a itinerarios de backcountry de fácil acceso y con vuelta a los remontes, y unas vistas impresionantes del lago Nojiriko y de los volcanes de Kurohime, Iizuna y Myoko.
En definitiva, Madaro-Tangram es un destino top para los que les gusta la nieve polvo entre árboles, con pistas freeride perfectas para debutantes y salidas backcountry con diferentes grados de dificultad.
Servicios
Madarao es muy chill, no hay un pueblo al uso como en Akakura o Hakuba Echoland, y los hoteles, restaurantes, aguas termales y demás alojamientos están dispersos en plena naturaleza, dando la sensación de estar en un lugar remoto y aislado del mundo.
Quizá ese sea el verdadero atractivo de Madarao Kogen, que lo que se tiene ante los ojos sea excepcional, único, centrado en la nieve, que los días de powder sean solo para ti, y que alguien venga de donde venga, sea aceptado y tratado de forma muy hospitalaria por una comunidad de japoneses, y extranjeros muy integrados en la comunidad local que viven de forma permanente, y que han hecho de este pequeño lugar su hogar.
Aun así, la zona también tiene recorrido cultural. El cercano pueblo de Iiyama tiene un restaurante en el que se puede degustar un guiso local con sake de la zona dentro de unos Igloos ( Kamakura en Japones), cercano también está el famoso parque de los monos que es patrimonio de la Unesco y está situado junto a otro pueblo famoso por sus aguas termales (Yudanaka), y ya por último mencionar también los templos entre la nieve y cipreses de Togakushi.




